Asociación entre uricemia y síndrome metabólico en un centro hospitalario de Corrientes

Autores/as

  • Silvia Beatriz Gorbán de Lapertosa Facultad de Medicina, Universidad Nacional del Nordeste (UNNE), Corrientes, Argentina
  • Claudia Alejandra Miño Hospital Ángela I. de Llano, Facultad de Odontología y Facultad de Medicina
  • Isabel Cristina Llanos Hospital Ángela I. de Llano, Facultad de Odontología, Facultad de Medicina (UNNE), Universidad Nacional del Nordeste (UNNE), Corrientes, Argentina
  • Claudio Daniel González Facultad de Medicina, Universidad Austral y Universidad Favaloro. Instituto Universitario del Centro de Educación Médica e Investigaciones Clínicas "Norberto Quirno" (CEMIC), Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), Argentina

DOI:

https://doi.org/10.47196/diab.v56i3.524

Palabras clave:

síndrome metabólico, ácido úrico, hiperuricemia

Resumen

Introducción: en los últimos años numerosa evidencia científica sugiere que la hiperuricemia puede jugar un papel en el desarrollo del síndrome metabólico (SM). En algunos estudios se ha explorado la asociación entre la uricemia y la presencia de SM. Sin embargo, aún no está del todo esclarecido si altos niveles del ácido úrico (AU) se relacionan de una manera causal con el desarrollo del SM. Más aún, existen pocos estudios acerca de la presencia del SM y su relación con los niveles de AU en la ciudad de Corrientes.

Objetivos: determinar la relación de los niveles séricos de AU y los parámetros que definen el SM en pacientes que concurren al consultorio externo de Clínica Médica y Medicina General del Hospital Ángela I. de Llano, Corrientes, Argentina.

Materiales y métodos: estudio cuantitativo, descriptivo y transversal. Se aplicó un cuestionario para la recolección de datos como: edad, sexo, medicamentos empleados, y antecedentes de tabaquismo. A los participantes se les midió el peso, la talla y la circunferencia de cintura, y se les calculó el índice de masa corporal. Se realizó la determinación de glucosa basal, curva de tolerancia oral a la glucosa, AU, triglicéridos, HDL colesterol, y presión arterial sistólica y diastólica. La presencia de SM se definió de acuerdo al criterio modificado del National Cholesterol Education Program-Adult Treatment Panel III (NCEP-ATP III).

Resultados: se incluyó un total de 435 pacientes mayores de 18 años: 312 mujeres (72%) y 123 hombres (28%). El 58% de la población cumplía con el criterio de SM del NCEP-ATP III (60% mujeres y 52% hombres). El 75% presentó hiperuricemia y SM.  En este estudio la presencia de SM se asoció significativamente con los valores de uricemia OR: 1.5 (IC95%: 1,3-1,8). La asociación fue estadísticamente significativa.

Conclusiones: los resultados demostraron que el aumento de la frecuencia de los componentes del SM está en relación directa con el incremento de los niveles séricos de AU, y que el valor de corte para esta asociación fue de 4 mg/dl; de ahí la importancia de considerar la determinación de los niveles séricos de AU como posible predictor de SM.

Biografía del autor/a

Silvia Beatriz Gorbán de Lapertosa, Facultad de Medicina, Universidad Nacional del Nordeste (UNNE), Corrientes, Argentina

Profesora Titular de Nutrición y Educación para la Salud, Carrera de Licenciatura en Kinesiología y Fisiatría

Claudia Alejandra Miño, Hospital Ángela I. de Llano, Facultad de Odontología y Facultad de Medicina

Bioquímica, Magister en Investigación en Ciencias de la Salud; Jefa de Trabajos Prácticos asignatura Bioquímica

Isabel Cristina Llanos, Hospital Ángela I. de Llano, Facultad de Odontología, Facultad de Medicina (UNNE), Universidad Nacional del Nordeste (UNNE), Corrientes, Argentina

Bioquímica, Magister en Investigación en Ciencias de la Salud; Jefa de Trabajos Prácticos asignatura Bioquímica

Claudio Daniel González, Facultad de Medicina, Universidad Austral y Universidad Favaloro. Instituto Universitario del Centro de Educación Médica e Investigaciones Clínicas "Norberto Quirno" (CEMIC), Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), Argentina

Profesor Titular de Farmacología

Citas

I. Barrera-Cruz A, Rodríguez-González A, Molina-Ayala MA. Escenario actual de la obesidad en México. Rev Med Inst Mex Seguro Soc 2013;51(3):292-99.

II. López-Suárez A, Elvira-González J, Bascuñana-Quirell A, Rosal-Obrador J, Michán-Doña A, Escribano-Serrano J, et al. Serum urate levels and urinary acid excretion in subjects with metabolic síndrome. Med Clin (Barc) 2006;126(9):321-324.

III. Soltani Z, Rasheed K, Kapusta DR, Reisin E. Potential role of uric acid in metabolic syndrome, hypertension, kidney injury, and cardiovascular diseases: is it time for reappraisal? Current Hypertension Reports 2013;15(3):175-181.

IV. Reyes JAE, Navarro J, Cruz IM, Castro DLJ, Landgrave GJ, Narváez PC, Landgrave GI, Oregón LA, Espinosa LFR. Prevalencia del síndrome metabólico en relación con las concentraciones de ácido úrico. Medicina Interna de México 2009;25(4):278-284.

V. Nordestgaard BG, Langsted A, Mora S, et al. Fasting is not routinely required for determination of a lipid profile: clinical and laboratory implications including flagging at desirable concentration cut-points-a joint consensus statement from the European Atherosclerosis Society and European Federation of Clinical Chemistry and Laboratory Medicine. Eur Heart J. 2016;37(25):1944-1958. Doi: 10.1093/eurheartj/ehw152.

VI. Hanley JA, McNeil BJ. The meaning and use of the area under a receiver operating characteristic curve. Radiology1982;143(1):29-36.

VII. Cerda J, Cifuentes L. Uso de curvas ROC en investigación clínica. Aspectos teórico prácticos. Rev Chil Infectol 2012 Abr;29(2):138-141.

VIII. Altman DG, Gardner M. Diagnostics tests. In: Altman DG, Machin D, Trevor NB, Gardner S. (Eds.). Statistics with confidence: confidence intervals and statistics guidelines. 2º Ed. London: John Wiley & Sons; 2000. p. 105-19.

IX. Yamasaki T, Tomita K. Relationship between hyperuricemia and metabolic syndrome. Nippon Rinsho 2008 Apr;66(4):766-70.

X. Onat A, Uyarel H, Hergenc G, Karabulut A, Albayrak S, Sari I, Yazici M, Keles I. Serum uric acid is a determinant of metabolic syndrome in a population-based estudy. Am J Hypertens 2006 Oct;19(10):1055-62.

XI. 4° Encuesta Nacional de Factores de Riesgo: resultados preliminares. 1º Ed. Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Instituto Nacional de Estadística y Censos - INDEC; Secretaría de Gobierno de Salud, 2019. ISBN 978-950-896-542-4. Disponible en https://www.indec.gob.ar/ftp/cuadros/publicaciones/enfr_2018_resultados_definitivos.pdf.

XII. Warburton DE, Nicol CW, Bredin SS. Health benefits of physical activity: the evidence. CMAJ 2006;174(6):801-809.

XIII. Ford ES, Giles WH, Dietz WH. Prevalence of the metabolic syndrome among US adults: findings from the third National Health and Nutrition Examination Survey. JAMA 2002;287:356- 59.

XIV. Martínez-Larrad MT, Fernández-Pérez C, Sánchez JL, López A, Fernández-Álvarez J, Riviriego J, et al. Prevalencia del síndrome metabólico (criterios ATP III). Estudio de base poblacional en áreas rural y urbana de la provincia de Segovia. Med Clin (Barc) 2005;125:481-6.

XV. Lorenzo C, Serrano-Ríos M, Martínez-Larrad MT, Gabriel R, Williams K, Gómez-Gerique JA, et al. Central adiposity determines prevalence differences of the metabolic syndrome. Obes Res 2003;11:1480-7.

XVI. Álvarez-León EE, Ribas-Barba L, Serra-Majem L. Prevalencia del síndrome metabólico en la población de la Comunidad Canaria. Med Clin 2003;120:172-4.

XVII. Ascaso JF, Romero P, Real JT, Lorente RI, Martínez-Valls J, Carmena R. Abdominal obesity, insulin-resistance, and metabolic syndrome in a southern European population. Eur J Intern Med 2003;14:101-6.

XVIII. Braguinsky J. Síndrome metabólico ¿enfermedad metabólica? Una mirada abierta desde la clínica. 2º Edición. Argentina: Acindes; 2006.p.1-92.

XIX. Díaz A, Espeche WG, March CE, Flores R, Parodi R, Genesio MA, Sabio R, Poppe S. Prevalencia del síndrome metabólico en Argentina en los últimos 25 años. Revisión sistemática de estudios observacionales poblacionales. Hipertensión y Riesgo Vascular 2018;35 (2):64-69

XX. Ford ES, Giles WH, Dietz WH Prevalence of the metabolic syndrome among US adults: findings from the third National Health and Nutrition Examination Survey. JAMA 2002;237(3):356-359. doi: 10.1001/jama.287.3.356.

XXI. Schettini C, Schewdt E, Moreira V, Mogdasy C, Chávez L, Bianchi M, et al. Prevalencia del síndrome metabólico en una población adulta. Rev Urug Cardiol 2004;19:19-28.

XXII. Sui X, Church T, Meriwether R, et al. Uric acid and the development of metabolic syndrome in women and men. Metabolism 2008;57:845-852.

XXIII. Al-Arfaj AS. Hyperuricemia in Saudi Arabia. Rheumatol Int 2001;20:61-64.

XXIV. Lohsoonthorn V, Dhanamun B, Williams MA. Prevalence of hyperuricemia and its relationship with metabolic syndrome in Thai adults receiving annual health exams. Arch Med Res 2006;37:883-889.

XXV. Lai SW, Tan CK. Epidemiology of hyperuricemia in the elderly. Yale J Biol Med 2001; 74:151-7.

XXVI. López-Suárez A, Elvira-González J, Bascuñana-Quirell A, Rosal-Obrador J, Michán-Doña A, Escribano-Serrano J, et al. FERUM urate levels and urinary acid excretion in subjects with metabolic síndrome. Med Clin (Barc) 2006;126(9):321- 4.

XXVII. Choi HK, Ford ES. Prevalence of the metabolic syndrome in individuals with hyperuricemia. Am J Med 2007;120:442-7.

XXVIII. Bonakdaran S, Kharaqani B. Association of serum uric acid and metabolic syndrome in type 2 diabetes. Curr Diabetes Rev 2014 Mar;10(2):113-7.

XXIX. Lee SJ, Oh BK, Sung Ki-Chul. Uric acid and cardiometabolic diseases. Clinical Hypertension 2020; 26:(13) 1-7.

Descargas

Publicado

01-12-2022

Cómo citar

Gorbán de Lapertosa, S. B., Miño, C. A., Llanos, I. C., & González, C. D. (2022). Asociación entre uricemia y síndrome metabólico en un centro hospitalario de Corrientes. Revista De La Sociedad Argentina De Diabetes, 56(3), 83–92. https://doi.org/10.47196/diab.v56i3.524

Artículos más leídos del mismo autor/a

1 2 3 > >>